miércoles, 20 de enero de 2021

¿Qué es el estrés? ¿Cómo controlarlo?

Estrés: comunicación cerebro cuerpo 

Podcast: Archivo de audio con éste y más contenido en el siguiente enlace:

¿Alguna vez has escuchado hablar sobre el estrés?, estoy seguro que si, es más y estoy casi seguro que alguna vez en tu vida has sentido o has estado involucrado en alguna situación estresante, pero alguna vez te preguntaste que en realidad es el estrés y si este es malo?...

Bueno aquí te tengo la respuesta a esa pregunta, la organización mundial de la salud define al estrés como “el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción”, en pocas palabras se puede decir que este es un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia, es decir que realmente es un mecanismo de respuesta fundamental gracias al cual logramos superar los desafíos diarios de nuestra vida. 

Entonces, ¿es malo el estrés? ¡Claro que no!, o por lo menos no siempre. Seguramente después de haber leído lo anterior te surgieron ciertas dudas, por lo que vamos a intentar resolver algunas.


¿Cuándo el estrés se convierte en un problema?

Actualmente, los ritmos y demandas de la vida diaria son a menudo desafiantes y requieren una actividad física y esfuerzos psicológicos considerables para ser sostenidos y superados. Una persona reacciona a situaciones físicas y mentales diferentes que pueden ser potencialmente peligrosas para la salud. Existe un síndrome denominado de Burnout (en español “estar quemado”). 


Si bien este término es más aplicado a nivel laboral, la Organización mundial de la salud lo reconoció en el 2000 como un factor de riesgo para la salud, ya que puede afectar la calidad de vida, salud mental e incluso llegar a producir la muerte. Esto suele suceder cuando una persona es sometida a exigencias y presiones para las que no está preparada física o psicológicamente. Esto podría crear una situación de disconfort y desequilibrio en el individuo, que afectará a su bienestar y por ende a su salud. En otras palabras se podría decir que el estrés es un problema cuando se percibe como demasiado intenso o si su duración se excede al punto de que las respuestas fisiológicas normales no son suficientes para equilibrar al individuo y superar las situaciones que lo provocan. 


¿El estrés puede afectar mi salud?

Lamentablemente sí!..  hay que entender que el estrés tiene efectos físicos (objetivos, que se pueden ver) y psicológicos (subjetivos, que no se pueden ver), que pueden afectar a la salud del individuo cuando no son controlados. De hecho, la ciencia indica que el estrés psicológico puede inducir a una respuesta inflamatoria de fase aguda comúnmente asociada con infecciones y daño tisular. La interrelación entre la respuesta al estrés y la inflamación provocada por el sistema inmunológico se puede explicar a partir de la perspectiva evolutiva, al considerar que el estrés es un proceso adaptativo desarrollado mediante la respuesta de los mecanismos de defensa del sistema inmunológico. 

En este marco, el estrés psicológico, es percibido por el cerebro como "peligro", es decir, potencialmente dañino, por lo que el sistema inmunológico pone en movimiento un circuito neuro inmune destinado a prevenir daños, repararlos y restaurar el equilibrio, lo cual genera inflamación.

¿El estrés puede afectar al sistema inmunológico?

Por supuesto que sí!.. la comunicación del sistema nervioso y el sistema inmune es bidireccional, es decir que la afectación es mutua. Las citocinas producidas por el estrés estimulan a las células inmunes, las cuales además de producir la respuesta inmune, transmiten una retroalimentación a los nervios generando así más liberación de hormonas del estrés en el cerebro, afectando así la actividad cerebral que regula el comportamiento y las funciones cognitivas. 
En una situación de estrés crónico, el eje neuro inmune puede ser sobre estimulado, generando trastornos en el mismo, causando así desequilibrios que producen un estado de inflamación crónica, lo cual llega a ser un posible factor de riesgo de varias enfermedades, entre las cuales están: disfunciones cardiovasculares, diabetes, cáncer, síndromes autoinmunes y enfermedades mentales como depresión y desórdenes de ansiedad.

 

¿El estrés generado por la pandemia puede afectar mi salud?

El distanciamiento social, la cuarentena, el miedo, la soledad, la pérdida de familiares o amigos, la pérdida del trabajo y la inestabilidad financiera debido al COVID-19 pueden causar estrés psicológico. Un estudio reciente realizado en Estados Unidos informa que el estrés asociado con COVID-19  se debe en gran parte a leer o escuchar sobre la gravedad del virus, la incertidumbre sobre la duración de la cuarentena, los requisitos de distanciamiento social, los cambios improvisos en los horarios, la preocupación financiera, entre otros.  

El estrés psicológico prolongado y las situaciones estresantes como en COVID-19 afectan la inmunidad, la salud física, la salud mental y aumentan el abuso de sustancias. Todos estos factores pueden afectar la calidad de vida en general. Como el estrés y la tensión pueden aumentar la dificultad para respirar en el asma y las enfermedades pulmonares, el estrés en COVID-19 puede causar efectos más graves en estos pacientes. De manera similar, el estrés puede causar enfermedades cardiovasculares/cardíacas, trastornos del sueño, malestar estomacal, dolor de cabeza, etc., en pacientes con COVID-19. 

 

 ¿Cómo puedo tratar el estrés excesivo? 

La respuesta es simple existen varios hábitos que saludables que pueden ayudar a disminuir la tensión entre ellos “el ejercicio”, el cual es considerado como el verdadero poli-comprimido aplicable a todo tipo de patologías, la evidencia existente respalda al ejercicio como una intervención para muchos problemas de salud física y mental. 

Un estudio realizado en 48 personas con trastornos relacionados a la ansiedad fueron sometidos a un plan de entrenamiento de 4 semanas de ejercicio aeróbico y de resistencia, este demostró que el ejercicio aeróbico mejoró el malestar psicológico general y la ansiedad, mientras que el entrenamiento de resistencia mejoró los síntomas específicos de la ansiedad como la sensibilidad a la ansiedad, la tolerancia al estrés y la intolerancia a la incertidumbre. En conclusión,  el ejercicio físico en cualquier modalidad puede ser utilizado para prevenir y tratar el malestar psicológico general y reducir el estrés.


Autor: Rodrigo Iza, Fisioterapeuta 





Editor: Héctor Padilla, Fisioterapeuta  

 

Bibliografía

Ambrée, O., Ruland, C., Scheu, S., & Arolt, V. (2018). Alterations of the Innate Immune System in Susceptibility and Resilience After Social Defeat Stress. Front Behav Neurosci. Retrived from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6053497/

Kempuraj, D., Pushpavanthi, G., & Selvakumar, P. (2020). COVID-19, Mast Cells, Cytokine Storm, Psychological Stress, and Neuroinflammation. The Neuroscientist. Retrived from: https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/1073858420941476?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%20%200pubmed

LeBouthillier, D., & Asmundson , G. (2017). The efficacy of aerobic exercise and resistance training as transdiagnostic interventions for anxiety-related disorders and constructs: A randomized controlled trial. J Anxiety Disord. Retrived from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29049901/

 

Mariotti, A. (2015). The effects of chronic stress on health: new insights into the molecular mechanisms of brain–body communication. Future Science. Retrived from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5137920/

Nascimento, A., Kameda, P., Camaz, A., & Barreto , F. (2018). Can physical exercise modulate cortisol level in subjects with depression? A systematic review and meta-analysis. Trends Psychiatry Psychother. Retrived from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30570106/

 

 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29049901/

 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30570106/

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA FISIOTERAPIA AYUDA A VIVIR MEJOR Y ES ESENCIAL PARA EL ENVEJECIMIENTO

La población de la tercera edad crece considerablemente año tras año; de hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ...