Estrés: comunicación cerebro cuerpo
¿Alguna vez has escuchado hablar sobre el estrés?, estoy seguro que si, es más y estoy casi seguro que alguna vez en tu vida has sentido o has estado involucrado en alguna situación estresante, pero alguna vez te preguntaste que en realidad es el estrés y si este es malo?...
Bueno aquí te tengo la respuesta a esa pregunta, la organización mundial de la salud define al estrés como “el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción”, en pocas palabras se puede decir que este es un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia, es decir que realmente es un mecanismo de respuesta fundamental gracias al cual logramos superar los desafíos diarios de nuestra vida.
Entonces, ¿es malo el estrés? ¡Claro que no!, o por lo menos no siempre. Seguramente después de haber leído lo anterior te surgieron ciertas dudas, por lo que vamos a intentar resolver algunas.
¿Cuándo el estrés se convierte en un problema?
¿El estrés puede afectar al sistema inmunológico?
¿El estrés generado por la pandemia puede afectar mi salud?
El distanciamiento social, la cuarentena, el miedo, la soledad, la pérdida de familiares o amigos, la pérdida del trabajo y la inestabilidad financiera debido al COVID-19 pueden causar estrés psicológico. Un estudio reciente realizado en Estados Unidos informa que el estrés asociado con COVID-19 se debe en gran parte a leer o escuchar sobre la gravedad del virus, la incertidumbre sobre la duración de la cuarentena, los requisitos de distanciamiento social, los cambios improvisos en los horarios, la preocupación financiera, entre otros.
El estrés psicológico prolongado y las situaciones estresantes como en COVID-19 afectan la inmunidad, la salud física, la salud mental y aumentan el abuso de sustancias. Todos estos factores pueden afectar la calidad de vida en general. Como el estrés y la tensión pueden aumentar la dificultad para respirar en el asma y las enfermedades pulmonares, el estrés en COVID-19 puede causar efectos más graves en estos pacientes. De manera similar, el estrés puede causar enfermedades cardiovasculares/cardíacas, trastornos del sueño, malestar estomacal, dolor de cabeza, etc., en pacientes con COVID-19.
¿Cómo puedo tratar el estrés excesivo?
La respuesta es simple existen varios hábitos que saludables que pueden ayudar a disminuir la tensión entre ellos “el ejercicio”, el cual es considerado como el verdadero poli-comprimido aplicable a todo tipo de patologías, la evidencia existente respalda al ejercicio como una intervención para muchos problemas de salud física y mental.
Un estudio realizado en 48 personas con trastornos relacionados a la ansiedad fueron sometidos a un plan de entrenamiento de 4 semanas de ejercicio aeróbico y de resistencia, este demostró que el ejercicio aeróbico mejoró el malestar psicológico general y la ansiedad, mientras que el entrenamiento de resistencia mejoró los síntomas específicos de la ansiedad como la sensibilidad a la ansiedad, la tolerancia al estrés y la intolerancia a la incertidumbre. En conclusión, el ejercicio físico en cualquier modalidad puede ser utilizado para prevenir y tratar el malestar psicológico general y reducir el estrés.
Autor: Rodrigo Iza, Fisioterapeuta
Editor: Héctor Padilla, Fisioterapeuta
Bibliografía
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